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Realizando bicicleta, gimnasia o remo se puede disminuir el deterioro de los huesos en la adultez. El objetivo es mantener la movilidad y la musculatura y atenuar los dolores
Un estudio reciente de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, determinó que se pueden disminuir los riesgos de padecer fracturas en los huesos que conforman la cadera a través de la realización consciente y equilibrada de ejercicios.
Algunos años atrás, se creía que la única solución para los problemas en el fémur eran, por ejemplo, las largas caminatas. Sin embargo, actualmente se recomienda realizar no sólo remo o bicicleta, sino también ejercicios de peso. La razón para tal variedad se encuentra en que la cadera es una articulación que se caracteriza por su amplitud y la gran cantidad de movimientos que lleva a cabo.
La mejor prevención
El doctor Martín Dratewka, integrante del equipo de Traumatología y Ortopedia del Hospital Álvarez, explicó que los tratamientos alternativos a base de ejercicios físicos son importantes aunque “siempre hay que tener en cuenta el tipo de paciente, sus antecedentes y el problema que éste presenta”.
Asimismo, aseguró que “los ejercicios físicos combaten y previenen la osteopenia (principio de osteoporosis), al tiempo que son muy útiles en el tratamiento postoperatorio siempre y cuando estén controlados e indicados por un profesional”.
Con el paso de los años y otros inconvenientes, como defectos en la alineación de las articulaciones, diferentes zonas del fémur soportan excesos de carga y se dan las condiciones para que aparezcan procesos degenerativos como la artrosis. Los ejercicios juegan un papel fundamental, ya que evitan las malas alineaciones y mantienen los músculos y tendones en actividad.
Hasta son válidos los ejercicios domésticos, que pueden realizarse en la mañana o antes de acostarse. Se llevan a cabo mediante repeticiones y trabajan diferentes músculos y articulaciones. También se puede trabajar en una piscina o hidromasaje, porque el agua hace que el cuerpo se sienta más liviano. Además, el hidromasaje tiene el beneficio adicional de los chorros de agua caliente que ayudan a relajar los músculos.
El tratamiento en general depende de la gravedad del cuadro, así como también del desgaste de la articulación. Por ese motivo, en ocasiones no hay otra alternativa que la operación. La situación es otra cuando se produce la fractura de cadera, es decir, de la porción más cercana al tronco del hueso fémur. Éste puede romperse tanto dentro como fuera de la articulación.
Cuando se trata de dolores musculares, lo primero que hay que evitar es la inactividad, ya que limitar el uso de sus coyunturas genera pérdida de la flexibilidad y debilitamiento. La inactividad también acorta y endurece los músculos y así causa dolor y rigidez.
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