La farmacéutica estadounidense eliminará 7000 empleos y venderá o cerrará cinco de sus plantas
Merck & Co. anunció un esperado plan para enderezar el rumbo mediante reducción de costos, pero la reacción de los inversionistas fue poco entusiasta y las acciones de la farmacéutica estadounidense cayeron casi un 5%.
En la primera medida importante del nuevo presidente ejecutivo de Merck, Richard Clark, la farmacéutica dijo que recortará un 11% de su fuerza laboral mundial, cerrará o venderá cinco de sus instalaciones manufactureras y mejorará la eficiencia de la producción de medicamentos.
Un vocero de la compañía declinó dar detalles sobre cuáles son las plantas que se verán afectadas por el plan a llevarse acabo en los próximos tres años. En América latina, Merck, conocida internacionalmente como Merck Sharp and Dohme, tiene plantas en Brasil, México y Costa Rica, dijo el portavoz.
Clark, que asumió la presidencia ejecutiva en mayo, calificó el plan como la "primera etapa" de un programa de reestructuración. En una conferencia telefónica con inversionistas y reporteros no explicó cuántas más fases se avecinan.
Los ejecutivos tampoco ahondaron en detalles, diciendo que revelarían más información el 15 de diciembre cuando se reúnan con inversionistas y analistas. Ese día, Clark y otras autoridades de Merck hablarán sobre la "estrategia de Merck hacia adelante", dijo en una entrevista. "Pasaremos tiempo hablando sobre investigación y desarrollo, dónde vamos a enfocar nuestra energía en el futuro. Será un modelo distinto al de hoy", aseveró Clark.
La compañía enfrenta un conjunto de desafíos, incluyendo una mayor competencia de medicamentos genéricos de bajo costo y demandas relacionadas a un analgésico. Además, la patente de Zocor, un fármaco que combate el colesterol y que es la de mayor venta de Merck, expirará en Estados Unidos el próximo año, lo que pone en riesgo ingresos anuales en torno a US$ 5000 millones.
El año pasado, Merck retiró del mercado el analgésico Vioxx por cuestiones de seguridad, eliminando ventas anuales que bordeaban los US$ 2500 millones.
Ahora Merck enfrenta una responsabilidad legal incierta por Vioxx, al tiempo que defiende su conducta en los tribunales de EE.UU.
Mientras tanto, las nuevas drogas en producción no tienen el potencial de compensar las pérdidas de Zocor, Vioxx y Fosamax, su segunda droga de más ventas, cuya patente vence en 2008. El valor de las acciones de la empresa ha caído 70% en los últimos cinco años.
Los recortes no parecen convencer a algunos inversionistas, dice Barbara Ryan, analista farmacéutica de Deutsche Bank.
El plan estuvo "por debajo de las expectativas y las presiones" que la compañía enfrenta en los próximos años, dijo Ryan. Agregó que era muy probable que los inversionistas se decepcionaran porque, a pesar de las reducciones de costos, la compañía casi no varió sus proyecciones de ganancias para el próximo año.
La acción de Merck cayó US$ 1,42, un 4,6%, a US$ 29,56 al cierre de ayer en la Bolsa de Nueva York.
La acción había estado subiendo, de US$ 26 en octubre a US$ 31 el viernes, luego de que la empresa ganara su segundo juicio sobre Vioxx y diera señales de estar trabajando en un plan de reducción de costos. Algunos inversionistas podrían haber reaccionado al anuncio "sacando dinero de la mesa", dijo David Risinger, analista farmacéutico de Merrill Lynch.
Merck dijo que eliminará 7000 puestos de trabajo a finales de 2008, la mitad de los cuales están en EE.UU. Ayer, la farmacéutica dijo que intenta crear "un modelo de fabricación más eficiente y enfocado en el cliente".
La firma reconfigurará sus operaciones para acelerar sus tiempos de producción y reaccionar mejor a los cambios del mercado. Al hacerlo, venderá o cerrará cinco de sus 31 plantas manufactureras alrededor del mundo y reducirá sus operaciones en otras instalaciones.
La compañía espera que la primera fase de su programa de reestructuración deje ahorros antes de impuestos de entre US$ 3500 millones y US$ 4000 millones, entre 2006 y 2010. Merck dijo que unos US$ 2000 millones de esos ahorros provendrán de la implementación de su nueva estrategia de abastecimiento de producción.
La farmacéutica señaló que espera que los costos antes de impuestos de su plan de reestructuración oscilen entre los US$ 350 millones y los US$ 400 millones en 2005 y entre US$ 800 millones y US$ 1000 millones en 2006.
Por Barbara Martínez
The Wall Street Journal
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1 comentario:
Si lo hubieran dejado a Anguita en Merck esto no estaría pasando... jajaja
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