El combustible del futuro

En menos de una década, vehículos y máquinas serán impulsados por aceites vegetales, desechos o hidrógeno, como promueve George Bush. Argentina tiene plantas que elaboran biocombustibles

La nafta será cosa del pasado. Los autos del futuro funcionarán, según las proyecciones, con combustibles ecológicos o con otros sistemas. Uno de los proyectos fue impulsado hoy por el presidente norteamericano, George Bush, quien aseguró que “el hidrógeno es el futuro”.

Bush estuvo hoy en una estación de servicio de Washington que cuenta con un surtidor de hidrógeno, y que sirve para repostar a un pequeño grupo de vehículos experimentales destinado a hacer demostraciones entre los poderes públicos norteamericanos, según informó la agencia EFE.

"El hidrógeno es el futuro. Somos demasiado dependientes de fuentes extranjeras de energía", declaró Bush mientras llenaba el depósito de un vehículo, con la ayuda del responsable de seguridad del establecimiento.

Aún así, Bush reconoció que debido al actual precio del hidrógeno, dos veces mayor que el de la gasolina, hará falta "un tiempo considerable" hasta poder lograr ese combustible a un precio razonable.

Los principales fabricantes de automóviles están desarrollando vehículos impulsados con hidrógeno como combustible, aunque la producción del carburante a gran escala y el desarrollo de sistemas de distribución retrasarán su salida al mercado entre una y dos décadas.

En la Argentina y en otros países también se trabaja en lograr un combustible ecológico y más barato. El biodiesel es el combustible renovable con mayor potencial de desarrollo en el país. Se puede usar puro o mezclado con gasoil, por supuesto, para un motor diesel.

El invento viene desde hace un siglo, cuando Rudolf Diesel aprovechó el aceite de maní y logró hacer funcionar un motor. El biodiesel se elabora a partir de aceites vegetales o grasas animales: ya hay algunas experiencias hechas con el aceite de girasol, de palma, de soja

El bioetanol, otro derivado, puede sustituir a la nafta como ya se hace en Brasil con el alcohol de caña, o el de maíz en los Estados Unidos. Sustituye los aditivos que se emplean actualmente y que generan contaminación ambiental.

Otro proyecto es el biogas, que es el resultado de la fermentación de los desechos orgánicos.

Según la Secretaría de Agricultura local, la Argentina posee ventajas para desarrollar el mercado de biodiesel y bioetanol. Incluso hay un proyecto de ley en el Senado, que espera su sanción y que ayudaría al desarrollo de biocombustibles.

Primera experiencia con hidrógeno
Un proyecto de la localidad santacruceña de Pico Truncado está en marcha para que los autos de ese pueblo usen hidrógeno como combustible en un futuro próximo. El combustible se obtendrá a partir de la energía eólica que producen dos gigantescos molinos de viento.

Pico Truncado podría ser la primera ciudad del país en contar con una planta de producción de hidrógeno, que los científicos ya definen como "el combustible del futuro".

El molino de viento produce electricidad; esta corriente rompe moléculas de agua y de allí se libera el hidrógeno y oxígeno puros. Luego, se conducirá el hidrógeno para utilizarlo como combustible.

El proyecto ya cuenta con la planta de hidrógeno, donada por la universidad de Quebec (Canadá).