Liderazgo
La Motivación
Por Verónica Gutiérrez
La Motivación es descripta como "un estado interno que excita, dirige y sostiene el comportamiento". En otras palabras, la motivación es un sentimiento interno que determina el continuar o cesar una actividad.
Existen dos tipos de motivación. El primero es llamado motivación intrínseca. Esta motivación viene de adentro de uno mismo. Las actividades que los individuos hacen son su propia recompensa. La gente se siente motivada porque ama sinceramente la actividad que está desempeñando.
El segundo tipo de motivación es llamada extrínseca. Para quienes están motivados extrínsecamente, sus recompensas son factores externos. Estas personas hacen su trabajo para ganar una recompensa o evitar un castigo. La mayoría de la gente está extrínsecamente motivada. Nuestra sociedad (en distintas esferas de actividad) pone mucho énfasis y presión en obtener recompensas y un desempeño eficiente. Eso hace que sea muy difícil estar intrínsecamente motivado.
¿Qué motiva a la gente a trabajar?
Una posible respuesta es la retribución económica. La gente trabaja porque necesita alimentarse, vestirse, sostener su hogar y velar por el bien de su familia. En años pasados, la estrategia de las compañías para conseguir gente que trabajara fuerte era ofrecerles una mayor compensación económica. Pero actualmente las organizaciones ofrecen menos oportunidades para aumentos y promociones. Y los trabajadores, por otra parte, responden a diferentes herramientas motivacionales.
Podemos decir, entonces, que el pago ya no es la única motivación para que la gente trabaje.
¿Qué es lo que los trabajadores valoran?
Se ha demostrado que lo que más valoran los trabajadores son los "intangibles", es decir, el hecho de ser apreciados por el trabajo realizado, el mantenerlos informados acerca de las cosas que afectan al conjunto, tener un jefe agradable que tenga tiempo de escucharlos, etc. Ninguno de estos intangibles es muy costoso, pero sí toman tiempo y dedicación por parte de los supervisores.
También podemos decir que:
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Todos los trabajadores necesitan sentirse importantes, necesitados, lograr algo con sentido, sobresalir.
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Los más importantes motivadores son: el logro de resultados, el ser valorados y sentirse importantes, el ser incluidos y aceptados o admirados por el grupo, el competir y ser cabeza de otros grupos, el obtener influencia y status, el ganar más dinero, el acceder a oportunidades de hacer cosas que uno quiere, etc.
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La llave es encontrar aquello que motiva a la gente.
Creando la atmósfera correcta
Los líderes que deseen que sus empleados trabajen fuerte deben:
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Involucrar a los trabajadores en la definición de problemas, la resolución de los mismos y la toma de decisiones. Estudios de psicología social revelan que involucrar al personal en un proceso colaborativo, incrementa su nivel de compromiso.
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Proveer oportunidades de aprendizaje y de mejoramiento de sus habilidades. Descubra nuevos y mejores caminos que incentiven a sus empleados a hacer las cosas (por ejemplo, ofrecerles la posibilidad de capacitarse en diferentes áreas: atención al cliente, distintas áreas de la informática, etc.).
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Otras muchas ideas pueden surgir de la imaginación del empleador o del supervisor. Es necesario sondear a los subordinados y descubrir sus metas.
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Establecer condiciones en las que las colaboraciones ocurran con facilidad y naturalidad. La camaradería y el trabajo en equipo crean un sentido de comunidad para los individuos involucrados y puede facilitar que se sientan como colaboradores.
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Responder a cada necesidad individual. Mostrar interés. Demostrar una alineación entre las metas personales y las organizacionales. Es importante explicar de qué manera los trabajadores pueden obtener beneficios individuales al mismo tiempo que se beneficia la organización.
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Crear un ambiente de mucha confianza y respeto. El primer paso para hacer esto es seguir la Regla de Oro: trata a tus empleados como tú deseas ser tratado.
Creatividad, depende de ti
Los administradores o jefes deben ser creativos al momento de recompensar a sus trabajadores. Tome tiempo para encontrar aquello que motiva y anima específicamente a cada uno de sus empleados, y luego imagine qué puede hacer para que esas cosas sucedan.
Cada vez que alguno de sus empleados realice un esfuerzo extra en un proyecto o en lograr alguna meta en la que se hayan puesto de acuerdo, reconozca el logro adecuadamente de una manera única y memorable.
Por ejemplo: puede escribir una carta a la familia del empleado contándole acerca del reciente logro del mismo y lo que ello significa para usted y para la compañía. Puede organizar un almuerzo entre el empleado y el gerente general de la compañía, o tal vez el presidente de la misma puede llamar al empleado personalmente y agradecerle por el trabajo bien hecho. También es posible averiguar cuál es el hobby del empleado y comprar un pequeño obsequio relacionado con mismo. O bien se podría organizar un almuerzo o cena para un pequeño grupo de empleados de alta performance.
Estas ideas están limitadas sólo por la imaginación, el tiempo y la creatividad. Es importante generar una historia positiva para que el empleado pueda contarla a otros varias veces. Amigos, familia y compañeros de trabajo deben enterarse del logro individual del empleado y lo que hizo la compañía para celebrarlo. De esta manera el empleado podrá revivir el reconocimiento muchas veces.
Otra buena idea es crear mecanismos de reconocimiento en las operaciones de la compañía. Por ejemplo, entregar premios: "Premio a la Calidad", "Día de la Excelencia", etc., motivando a que el personal se reúna en equipos con el fin de conseguir mejoras en sus procesos. Y para plasmarlos a todo nivel en la compañía, los resultados pueden ser publicados en boletines internos, los que también pueden incluir cartas de elogio de los clientes en relación con empleados específicos, o sobre cómo fueron tratados cuando necesitaron de sus servicios. Todo ello con la idea de que el personal comparta actividades enriquecedoras, se divierta, puedan conocerse mutuamente y desarrollen un gran sentido de trabajo de equipo.
Recompensar al personal por trabajos excepcionales es básico para mantenerlos motivados y que den lo mejor de sí. Es importante lograr que estas recompensas generen orgullo, entusiasmo y diversión.
Pautas Finales para el Supervisor
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Reconozca que cada persona es única, con sus debilidades y fortalezas.
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Recompense a los empleados por buenos desempeños, y no lo haga por una performance baja.
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Desarrolle un sistema de comunicación abierta y mantenga una línea de información en ambas direcciones.
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Cuide a sus empleados y guíelos.
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Desarrolle un trabajo en equipo basado en la confianza y el respeto.
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Un ambiente físico de trabajo es importante.
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Busque a la persona indicada para el puesto.
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Cree trabajos desafiantes en los que el empleado tenga oportunidades de avanzar, crecer, tener reconocimiento y recompensa.
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Busque motivar a sus empleados de la misma manera que le gustaría que sus superiores lo motiven a usted.
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Sea sensible al reaccionar ante necesidades insatisfechas.
El papel principal en todo este proceso lo tiene el empleador. El es el líder, el que lleva la batuta de la orquesta. Según cómo dirija a su grupo, éste le responderá. La tarea no es fácil, pero sí muy desafiante. Organícese y lo logrará.
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