Investigadores chinos han logrado una posible fórmula para convertir los desechos del tratamiento de aguas residuales en ladrillos y cemento. Este descubrimiento podría resultar de gran utilidad a este país, ya que sólo en Pekín se producen 1.000 toneladas de sedimento al día, cifra que en 2008 podría duplicarse, según informa la web 'Consumer'.
El responsable de este grupo de investigadores y profesor del Instituto de Medio Ambiente y Geoquímica Biológicade la Universidad de Zhejiang, Weng Huanxin, explicó que la nueva técnica seca el sedimento a temperatura baja, lo que impide que su contenido tóxico pueda volatilizarse.
Después, este sedimento se convierte en pequeños gránulos, de gran dureza, que pueden mezclarse con arcilla, quemarse y fabricar con ellos ladrillos muy ligeros y de gran resistencia.
China tiene grandes problemas con este tipo de desechos, ya que la mayor parte del sedimento se termina amontonando, lo que supone un derroche de espacio y provoca consecuencias negativas para el Medio Ambiente. Asimismo, la quema de estos productos es desaconsejable ya que puede producir la emanación de elementos tóxicos
No obstante, este problema no es exclusivo de China, ya que, por ejemplo, Estados Unidos contará con 8,2 millones de toneladas de este tipo de residuos en el año 2010. Por su parte, Reino Unido produce cada año alrededor de 1,1 millones de toneladas.
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