Kornberg confeccionó una imagen de una molécula que el ARN utiliza para leer y transcribir el código del ADN a algo que realmente funciona.
Le tomó cerca de 20 años encontrar un modo primero de ver y luego de comprender la molécula, conocida como ARN polimerasa. Kornberg utilizó un método denominado cristalografía de rayos X para congelar los átomos y generar imágenes mientras se movían, paso por paso.
Kornberg considera que el ADN es muy importante. "Pero por sí misma, esta información es silenciosa," dijo el experto, quien agregó: "La ARN polimerasa le da la voz."
Este proceso de copiar es llamado transcripción y requiere una estructura física complicada que, como las máquinas en un lugar en construcción, mueven piezas a su alrededor. Todo esto se produce a nivel del átomo.
"Esta es una máquina con partes móviles," dijo Kornberg en un comunicado emitido en 2000 por la Universidad de Stanford, institución para la cual trabaja. Su equipo empleó términos como "mandíbula," "abrazadera" y "embudo" para describir las piezas.
La estructura forma mandíbulas como pinzas que atrapan el ADN cerca del gen a ser transcripto. Una abrazadera luego equilibra el ADN y lo encierra.
"Este es uno de los procesos biológicos más importantes," dijo el doctor Jeremy Berg, director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales, uno de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, entidad que ayudó a financiar el trabajo de Kornberg.
"La estructura en doble hélice del ADN es muy hermosa, pero es un desafío lidiar con ella porque toda la información está en su interior," añadió Berg durante una entrevista telefónica.
"Lo que la polimerasa del ARN tiene que hacer es de algún modo encontrar el punto adecuado y luego separar las dos varas de la doble hélice en la región correcta," explicó Berg.
Luego, el ADN usa la ARN polimerasa para fabricar la polimerasa, una enzima que puede separar estas estructuras.
"Tiene que copiar la secuencia muy precisamente. Debe detenerse y comenzar en los lugares correctos. Tiene que encender los genes correctos bajo las circunstancias adecuadas," añadió el experto.
Todas las células llevan un set completo de código de ADN, pero cada célula debe activar, o expresar, diferentes genes para realizar el trabajo especializado.
"Por lo tanto, las células musculares expresan genes diferentes que las células cerebrales y el montaje de esto lo hace la ARN polimerasa," señaló Berg.
El equipo de Kornberg se propuso visualizar esta estructura.
"Cuando Roger Kornberg comenzó a trabajar en ello, fue muy complicado. Algunas personas creían que estaba en algún lugar entre la ambición y la locura por intentar resolver esta estructura," expresó Berg.
"Muy firme y metódicamente hizo la química e intentó descubrir cuáles eran los componentes," concluyó Berg.
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