El rumor está presente en todos los aspectos de nuestra vida. Promover la información rápida, precisa y transparente es la mejor arma para combatirlos en el ámbito empresarial
Si la comunicación posee una base de rigor que pueda probarse, es información positiva, tanto para quien la da como para quien la recibe. Si ese fundamento demostrable y riguroso no existe, "nos encontramos ante un rumor, que no suele ser beneficioso y que, dentro de la empresa puede resultar nocivo si no se ponen las bases para atajarlo", dice la consultora Núria Vilanova, presidenta de Inforpress, cuyas opiniones fueron recogidas por Expansión y Empleo.
Por qué surgen
Las causas por las que surge un rumor pueden ser de índole empresarial y personal:
- Empresarial: en este caso, es mucho más fácil que un rumor prospere en una organización que no ofrece a sus empleados una información clara y transparente.
Si se le añade que la empresa se encuentra en una época de cambios: una fusión, un traslado, una compra; temas referidos a nuevas incorporaciones y sus funciones o salario; o cualquier acontecimientos que rompe la rutina, y el asunto no se expone con claridad, el rumor estará servido.
- Personal: la cafetería, el comedor, o cualquier lugar de uso común, son los emplazamientos donde se gestan y crecen rumores todos los días, sin necesidad de que el lugar de trabajo atraviese por ninguna circunstancia anormal.
¿Por qué circulan y "prenden" con tanta facilidad?
Algunas veces, se debe a que la "noticia’" sale de labios de un trabajador que tiene acceso a información especial, y eso lo convierte en una fuente creíble. Tal vez el contenido parece lo suficientemente interesante o atractivo para ser digno de ser creído. O, a lo mejor, la persona que lo difunde actúa movida por el desconocimiento, o interés por desacreditar a alguien.
En la mayor parte de los casos, el informante difunde un rumor simplemente por el hecho de que facilitar esos datos le confiere protagonismo o una posición de liderazgo. Sirve para llamar la atención.
Añadamos a todo esto la distorsión que sufren los mensajes al transmitirse de boca en boca. Los humanos sólo recordamos cierto número de datos, y tendemos a adecuarlos a nuestras percepciones personales e interpretamos los hechos tal y como creemos oportuno, no como sucedieron.
La información se deforma y el resultado al que se llega tiene poco que ver con su origen.
¿Qué pueden hacer las empresas para mitigar los efectos de un rumor?
- Evaluar la velocidad a la que se difunde y los recursos necesarios para poner en marcha medidas que lo contrarresten y respondan a las singularidades de cada miembro del grupo.
- Potenciar el entendimiento y la información por parte de la compañía, fomentando relaciones estrechas y transparentes.
- Un plan de comunicación interna es fundamental para que los empleados accedan a la información relevante. La intranet es una de las herramientas más adecuadas para solventarlos, siempre que los trabajadores la vean como un instrumento con el que comunicarse con sus mandos, exponer sus temores y dudas.
- En el corto plazo, la opción siempre es enfrentarse al rumor y atajarlo de raíz, quizá a través de algún líder de opinión con la suficiente credibilidad en la organización. La fuente más creíble para cualquier trabajador es su jefe directo.
- Si se conoce, lo más efectivo es enfrentarse cara a cara a quien difunde el rumor.
- Hay que probar los hechos reales, de forma que no quede ninguna duda sobre ellos.
- Es esencial no subestimar nunca esa "información" ya que, a pesar de no ceñirse a la realidad, puede indicar del estado emocional de la plantilla y convertirse en el punto de partida del cambio.
Link: Clic
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario