Horas extras y largas jornadas laborales aumentan el riesgo de sufrir trastornos, sin contar lo peligroso que sea el trabajo, dice el mayor estudio sobre el tema, aún inédito
Los empleados que trabajan horas extras tienen un 61 por ciento más de posibilidades de sufrir lesiones o enfermedades
relacionadas con el trabajo que los que no trabajan largas jornadas.
El estudio realizado por Dembe, que por primera vez ajustó los resultados por edad, género, tipo de sector y empleo, concluyó que las horas extras son peores que las largas jornadas.
"Las largas jornadas laborales, y en concreto trabajar horas extras, conducen al estrés y a la fatiga, lo que puede causar lesiones o enfermedades'', dijo Dembe en una entrevista
Dembe analizó las respuestas de casi 11.000 estadounidenses para el sondeo anual National Longitudinal Survey of Youth. El sondeo incluía preguntas sobre historial de empleo, horarios de trabajo y días de baja por enfermedad, cubriendo un período entre 1987 y 2000
Los resultados serían extrapolables a lo que ocurre en otros países con similares condiciones de trabajo.
Los empleados que trabajan horas extras tienen un 61 por ciento más de posibilidades de sufrir lesiones o enfermedades relacionadas con el trabajo que los que no trabajan largas jornadas, dijo Allard Dembe, profesor asociado de la escuela médica de la Universidad de Massachusetts en Shrewsbury, Massachusetts.
La información, que fue difundida por Bloomberg News, afirma además, que estudios anteriores habían establecido una relación entre las largas jornadas laborales y un riesgo mayor en ciertas ocupaciones, industrias y empresas. Dembe, que por primera vez ajustó los resultados por edad, género, tipo de sector y empleo, concluyó que las horas extra son peores que las largas jornadas.
"Las largas jornadas laborales, y en concreto trabajar horas extra, conducen al estrés y a la fatiga, lo que puede causar lesiones o enfermedades'', dijo Dembe en una entrevista. "También puede haber una percepción por parte de los trabajadores de que las horas extra son una carga adicional a lo que tienen que hacer, algo que les hace desviarse de las horas normales''.
"Un mayor riesgo no es meramente resultado del hecho de que los horarios más largos estén concentrados en sectores o empleos inherentemente más arriesgados", dijo Dembe. Esto contradice la creencia popular de que la gente que trabaja más horas tiene ocupaciones más peligrosas o que los que tienen trabajos más peligrosos dedican más horas.
Resultados que preocupan
Hubo 5.139 lesiones y enfermedades en los 110.236 empleos de Estados Unidos analizados por Dembe. Más de la mitad de estas incidencias ocurrieron en personal con largas jornadas laborales o con horas extra.
Asimismo, las largas jornadas laborales, de unas 12 horas al día como mínimo, estaban asociadas con un aumento del 37 por ciento de enfermedades o lesiones, mientras que trabajar menos de 60 horas a la semana estaba asociado con un incremento del 23 por ciento.
Los largos desplazamientos diarios para acudir al trabajo no tuvieron impacto en la tasa de lesiones o enfermedades, según la investigación.
Once mil casos
Dembe analizó las respuestas de casi 11.000 estadounidenses para el sondeo anual National Longitudinal Survey of Youth. El sondeo incluía preguntas sobre historial de empleo, horarios de trabajo y días de baja por enfermedad, cubriendo un período entre 1987 y 2000.
Estudios anteriores habían relacionado largas jornadas laborales con enfermedades coronarias, cansancio, estrés, depresión, desórdenes musculares y óseos, infecciones crónicas, diabetes, malestar general y fallecimientos. Las lesiones o enfermedades más comunes del estudio de Dembe fueron las condiciones musculares y óseas, que representaron un 35 por ciento, seguido de cortes y magulladuras, con un 25 por ciento.
Trabajar menos, todavía muy lejos
"Los resultados serían comparables en Europa Occidental, Asia y países con similares condiciones de trabajo", dijo Dembe. Este académico apoya iniciativas de la Unión Europea para regular la jornada laboral. "Los políticos estadounidenses deberían examinar el impacto de los cambios propuestos a la ley de normas laborales justas, que regula la jornada para unos 74 millones de trabajadores en los Estados Unidos, sobre los riesgos de lesiones relacionadas con las horas extra", dijo Dembe.
"No habría posibilidad de unas directivas como las de Europa para restringir la jornada laboral a un máximo de 38 horas y de introducción de descansos fijos en Estados Unidos, donde casi una tercera parte de las horas extras son obligatorias'', dijo Dembe. Aun así "mi estudio está acaparando mucha atención''.
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